desarrollo sustentable

Busca equilibrar el crecimiento económico, la satisfacción social y el cuidado de los recursos naturales. En México, el desafío es lograr un aprovechamiento responsable de los recursos y frenar el deterioro ambiental, lo cual exige la participación conjunta de toda la sociedad.

Participación social

El uso racional de los recursos naturales y la construcción de un desarrollo económico justo y duradero dependen de la corresponsabilidad entre gobierno y sociedad.

Manifestaciones sociales y su impacto

Hoy en día, diversos grupos sociales se movilizan para oponerse a proyectos con posibles impactos ambientales o sociales, llegando incluso a frenar grandes inversiones. Aunque muchos actúan con buena fe y conocimiento, algunos pueden ser manipulados por intereses políticos o económicos.

Democratización y surgimiento de organizaciones sociales

Permitió el surgimiento de grupos sociales que impulsan programas de desarrollo, capacitación e investigación ambiental.

Ámbito internacional y compromisos de México

Conferencias internacionales como Estocolmo (1972), Río (1992), Río+5 y Johannesburgo (2002) han resaltado la importancia de la participación social en la protección ambiental.

Participación institucional

En México, antes de la Ley General del Equilibrio Ecológico (1988) ya existían grupos que denunciaban la contaminación del agua, aire y suelo. Con los compromisos internacionales, la Constitución (Art. 26) estableció la planeación democrática, incorporando las demandas sociales en las políticas públicas.

La Ley incluyó la participación ciudadana en la planeación, ejecución y vigilancia ambiental, dando origen a los Consejos Consultivos de Participación Ciudadana estatales y nacional, integrados por academia, empresas y sociedad. Estos órganos se han mantenido pese a los cambios de gobierno y han sido ejemplo internacional.